Trabajar con mandalas para los niños tiene muchos beneficios. Con esta técnica milenaria estamos ayudando al desarrollo de nuestros alumnos en diferentes ámbitos educativos. Y, teniendo en cuenta que el objetivo principal de la educación es contribuir al desarrollo de la creatividad a través del lenguaje, el juego y la libre expresión creativa de los trabajos escolares para lograr su desarrollo cognitivo y social más pleno. El uso de mandalas en el aula se convierte en un gran recurso educativo.
Así que pensando en los enormes beneficios de este tipo de actividades planteamos la siguiente actividad. Su objetivo es la realización de la mandala decorativa, trabaja también aspectos matemáticos, de conocimiento del medio, de lectoescritura, etc.
Estamos en otoño y decidimos decorar el aula con elementos naturales propios de la estación. Así que preparamos una salida a un bosque o parque cercano (si tenéis la posibilidad, si no es así, podéis pedir que los niños os traigan los elementos necesarios desde casa) para recoger los materiales necesarios. Antes de la salida se hará una asamblea en la que explicamos que visitaremos un bosque y recogeremos hojas diversas que nos gusten, pero que no arrancaremos nada de los árboles por que son seres vivos que hay que respetar, nos limitaremos a recoger del suelo lo que necesitemos. Una vez en el aula se hace una clasificación de todo el material recogido. Podéis dar las consignas del tamaño, el color, la forma, etc. Una vez clasificadas las hojas, podéis hacer una lista con los árboles de los que provienen (castaños, robles, etc). Para acabar de prepararlas las decoraremos pintando sus nervios con rotuladores brillantes, y les daremos una mano de barniz para darles consistencia y brillo.
Finalmente, y una vez listas las hojas, clasificadas, ordenadas y decoradas, podemos realizar nuestras mandalas naturales en las paredes del aula. Para ello dibujaremos varios círculos grandes (con lápiz o tiza de manera que puedan ser borrados con facilidad una vez acabemos el trabajo), marcaremos el centro, y les pediremos a los niños que enganchen las hojas en el interior de los círculos (podéis aprovechar para trabajar el concepto fuera y dentro) y solo daremos la consigna de que han de hacerlo desde el centro hacia fuera. El resto lo harán de manera libre, potenciando así su creatividad. Una vez enganchadas en la pared las hojas de la mandala, podemos pedirles que tracen líneas a modo de unión entre ellas, pero debemos tener en cuenta que puedan borrarse posteriormente si lo necesitamos. Los resultados son muy vistosos, dejando una clase bien bonita.
Aunque os he explicado la actividad utilizando el otoño como referencia, podéis realizarla con cualquier otro tema. En primavera sería ideal hacerlo con flores secas de diversos colores, seguro que el resultado es espectacular.
Fuente imagen: Artful Parent
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Gracias por este excelente artículo, es una enseñanza muy valiosa. Eso es verdadera pedagogía, es la belleza y la hermosura del arte de educar.
¡QUÉ BUENO! ME ENCANTA.
mil gracias por tan bellas sugerencias todas las técnicas las aprovecho siempre en 1° de primaria
[…] Muchos de vosotros conoceréis ya los beneficios del trabajo con mandalas para los niños. Con esta técnica milenaria estamos ayudando al desarrollo de nuestros alumnos en diferentes ámbitos educativos. Y, teniendo en cuenta que el objetivo principal de la educación es contribuir al desarrollo de la creatividad a través del lenguaje, el juego y la libre expresión creativa de los trabajos escolares para lograr su desarrollo cognitivo y social más pleno, el uso de mandalas en el aula se convierte en un gran recurso educativo. […]